PODEMOS-CyL se solidariza con las demandas de los estudiantes

PODEMOS CyL muestra su apoyo a las movilizaciones estudiantiles convocadas hoy contra el intento de reforma universitaria encaminada a establecer el nuevo modelo conocido como “3+2”.

Este modelo supondrá que, de nuevo, se acorten las carreras universitarias de cuatro a tres años, alargando el período de máster o posgrado de uno a dos.

Ya desde 2012, con el denominado “decreto Wert”, hemos visto como Castilla y León ha aumentado los precios de sus títulos universitarios, en algunos casos, en más del 100%. La nuestra es la tercera Comunidad con las tasas más caras de todo el Estado.

Con esta nueva reforma se sigue un modelo de mayor elitización de los estudios universitarios ya que, antes de la reforma del Plan Bolonia, los cinco años de las licenciaturas costaban en torno a los 4000-5000€, y ahora los cinco años del 3+2 costarán en torno a los 14.000€.

Para PODEMOS CyL, lo que se busca con esta reforma es dificultar aún más el acceso a los estudios universitarios de las familias más humildes para que la única forma de poder entrar en la universidad sea a través de becas-préstamo, lo que va a suponer una nueva burbuja especulativa, al estilo de la inmobiliaria, que endeude al estudiantado para luego no poder pagar, teniendo en cuenta que en nuestra Comunidad Autónoma el paro juvenil supera el 50%.

Recorte en las becas

La Junta de Castilla y León ha mantenido la partida presupuestaria para 2015 en becas, cuando ya el año pasado más de 1000 alumnos, aun cumpliendo los requisitos establecidos, se quedaron fuera por falta de presupuesto. Además, este ya es el tercer curso en el que los estudiantes castellanos y leoneses no cuentan con la partida que aportan las Comunidades Autónomas para las becas ERASMUS.

Desde PODEMOS CyL confiamos en revertir este proceso de elitización y privatización enmascarada de la educación pública universitaria para poder llegar a construir una nueva universidad para todos y todas donde nadie se quede fuera por motivos económicos. Para ello necesitamos una ciudadanía concienciada que diga por fin adiós a la resignación y tome la opción de defender sus derechos, como están haciendo hoy los estudiantes. Tenemos por delante un gran año de cambios, ha llegado la hora de cambiar de rumbo, de transformar la indignación y la protesta en una alternativa política preparada para ganar y gobernar.