La policia local de Burgos se apunta a los "escraches"

Auguraba “El topillo” que el insólito episodio ocurrido el pasado 10 de mayo en el Ayuntamiento de Burgos, cuyas puertas -incluidas las salidas de emergencia- fueron bloqueadas para impedir el acceso público a la sesión plenaria celebrada ese día, iba a traer cola. Lo cierto es que ha pasado casi un mes y nadie se ha hecho responsable de aquel despropósito. Ni el alcalde Javier Lacalle, ni el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier de Foronda, ni el Jefe de la Policía Local, quién ha alegado que se limitó las ordenes recibidas. Las comisiones municipales convocadas para esclarecer lo ocurrido no han dado lugar a ninguna dimisión y las denuncias presentadas en el juzgado de guardia no parece que vayan a tener tampoco ninguna consecuencia.

Sin embargo, el que sigue muy candente es el conflicto laboral que motivó indirectamente el incidente, que no es otro que el contencioso que mantiene la propia policía local con el gobierno municipal del PP. Hasta tal punto se ha enconado el conflicto que, según informa el confidencial de Radio Arlanzón, el alcalde, Javier Lacalle, y la concejala de Personal, Carolina Blasco, van a ser objeto el próximo sábado de lo que cabría calificar de sendos “escraches”.

Ocurre que el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España ha solicitado autorización para celebrar una manifestación con un recorrido que, partiendo de la Plaza de la Vega, casualmente pasa por delante de los domicilios de ambos ediles. Ni que decir tiene que la iniciativa pone en un “membrete” a la Subdelegación del Gobierno, que habrá que ver si no pone alguna objeción al recorrido de dicha manifestación y, en tal caso, como la argumenta.

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