León se encomienda al primo de Rajoy

Aunque son legión los ayuntamientos españoles al borde de la bancarrota, no es normal que lo reconozcan abiertamente y lancen un SOS desesperado, como ha hecho hace unos días el alcalde de León, Emilio Gutiérrez.

A mediados de 2011, en el inicio de su mandato, el actual gobierno municipal del PP cifró en cerca de 440 millones la deuda acumulada por el consistorio. Un agujero sideral para un municipio que no llega a los 135.000 habitantes tanto que la deuda media por habitante se sitúa en torno a los 4.000 euros (el doble de la que tiene un madrileño).

Gracias al crédito de 170 millones de euros conseguido a través del Plan de pago a proveedores, el ayuntamiento salió momentáneamente del marasmo financiero, pero una vez que tiene que empezar a devolver dicho préstamo ha vuelto a aflorar la situación de quiebra. Así se lo hizo ver hace unos días el alcalde a la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que era como llamar a una puerta equivocada, ya que la Junta no dispone ni de mecanismos ni de liquidez para resolver ese problema.

El SOS se ha dirigido después al estamento adecuado, que no es otro que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Publicas, o sea, al inevitable Cristóbal Montoro. Llegados a este punto, el alcalde Gutiérrez confía en que le sirva de algo tener como concejal de Hacienda a Agustín Rajoy, primo hermano del presidente del Gobierno. De no conseguir una moratoria para devolver el préstamo del ICO, el ayuntamiento de León puede encontrarse no tardando con serios problemas para abonar la nómina del personal.

De la reducción de servicios municipales acometida para ahorrar costes da idea el reducido operativo de la policía local (22 agentes) convocado este Jueves Santo para cubrir las contingencias del “Entierro de Genarín”, la procesión pagana que suele congregar cada año a unos diez mil “cofrades” leoneses. Que no les pase nada.

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