Las medidas del Gobierno del PP, ¿responsables y eficaces?

"No soy yo partidario de confrontaciones estériles, de debates huecos que no concluyan en propuestas claras, que redunden en acciones concretas en beneficio y al servicio de la ciudadanía.

Como tampoco lo soy de discursos y mensajes tipo, de escritos al dictado, cual escribas sin más, del oficialismo y alejados de nuestro entorno próximo y de los problemas, y soluciones, de los ciudadanos.

Si caemos en ello, con un acusado manierismo, nos podemos convertir, en vez de ser y actuar como verdaderos representantes políticos de un ámbito territorial, en simples, insulsos y demagogos repetidores de lo que se dice y pregona en los argumentarios al uso. Aunque, obviamente, nuestras opiniones y reflexiones deben reflejar y nutrirse  del lógico sustento ideológico que cada uno defendemos.

En todo caso entiendo que cumplo con mi deber, que por cierto acometo con sumo gusto, si paso a reflejar mi punto de vista sobre algunas de las medidas y decisiones que el gobierno viene tomando.

Por cierto, decisiones amparadas en elementos que se vienen convirtiendo en disculpa y argumentación en la que se escudan, como refugio que lo justifica todo: la situación de crisis y la herencia recibida y su mayoría parlamentaria.

Argumentos que sus representantes repiten a lo largo de toda la geografía y los territorios, por cierto con un estilo más de oposición a la oposición que como gobierno responsable.
No quiero detenerme demasiado en el fenómeno de crisis por la que globalmente estamos pasando. Una crisis cuyos orígenes y responsabilidad están más cerca del desarrollo de políticas conservadoras y neoliberales que de otros lugares.

En cuanto al otro escudo,  “la herencia recibida” está claro a estas alturas el grado de responsabilidad que cada uno tiene en cada lugar y momento, y en cualquier caso la situación y el uso, falaz y tendencioso, que se ha hecho de ella es lo que ha posibilitado, en gran medida,  la llegada -bajo mi punto de vista la negativa llegada- al poder del PP en España.

Por último decir que en un sistema democrático no todo vale y menos aún la utilización de las mayorías para intentar anular, incluso aniquilar, otros posicionamientos en una línea muy preocupante de pensamiento único.    

Pero entremos en materia. Entre las reformas que ha puesto en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy, está la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que aboga por el déficit cero incumpliendo lo acordado en la reforma Constitucional que fijaba este déficit en el 0,4 por ciento. Se afirma desde la derecha que con esta normativa se ha puesto a España a la cabeza en el establecimiento del techo de gasto, faltando completar la frase:  esta medida unida a los recortes en el sector público y el bajo consumo privado, hace que  para el año 2012 España pasaría de crecer, a pesar de la crisis, el 0,7 por ciento (2011 Gobierno de Zapatero) a una situación negativa del -1 por ciento, en el mejor de los casos, es decir entramos en recesión (2012 Gobierno de Rajoy).

Abundando sobre el asunto del déficit y conocidos los datos ofrecidos por el ministro Montoro, me pregunto cómo se explica que las CCAA, en su mayoría gobernadas por el PP y que son las que acumulan la mayor parte de ese déficit, fueran capaces cumplir el objetivo los tres primeros trimestres del 2011 y sólo en el último se desviaran tanto. 

Otra medida, y de mucho calado, la Reforma Laboral. Una reforma injusta y arbitraria cuyo objetivo, que el PP no plantea en público aunque si lo hacen sus inspiradores e instigadores, es acabar con el modelo de relaciones equilibradas entre trabajador y empresa y lo hacen con la coartada de que su objetivo es la creación de empleo.

Lo que de verdad origina la  reforma laboral del PP es el abaratamiento del despido, la pérdida de derechos de los trabajadores, el fin de la negociación colectiva. La reforma laboral del PP nos acerca al modelo asiático y nos aleja del modelo europeo por el que tanto hemos luchado.
La reforma laboral que ha planteado el gobierno no es el camino adecuado para la creación de puestos de trabajo, y por lo tanto, como además reconoció el propio presidente, le va a costar una huelga general, ¿esas son sus medidas responsables y eficaces?.

En definitiva una reforma que no pretende afrontar la crisis sino aprovechar la situación para alterar el mercado laboral.

En cuanto a la Reforma Financiera,  entiendo que estamos ante una medida necesaria para que vuelva a fluir el crédito. El PSOE la ha votado a favor, por coherencia y responsabilidad, es un Decreto Ley que da continuidad a la reforma del sistema financiero que emprendió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el 2008, y es la base para recuperar el crecimiento económico y de empleo.

También podríamos hablar de la propuesta del gobierno del PP sobre el Pacto de Estado por la Sanidad y los Servicios Sociales. La plantean para garantizar los derechos sociales pero a la vez  paralizan la Ley de Dependencia dejando a más de 300.000 ciudadanos sin la ayuda y atención a la que tienen derecho por ley, ¿eso es coherencia o más bien engaño?.

O podemos hablar de la supresión de la Renta Básica de Emancipación que ha dejado sin posibilidad de iniciar un proceso de independencia a más medio millón de jóvenes.

Y es que el Ejecutivo de Mariano Rajoy está gobernando a golpe de ideario ultra-conservador. O cómo llamaríamos a la eliminación de la asignatura Educación para la Ciudadanía, a la reforma de la Ley del Aborto, o al posicionamiento contrario a la Ley del Matrimonio Homosexual.

Me permito recordar algunas otras medidas ¿responsables y eficaces? que ha tomado el Gobierno del PP como:

•    Congelación del salario mínimo interprofesional
•    No reponer en su totalidad las plantillas de los empleados públicos (sólo 1 de cada 10 serán sustituidos).
•    Ampliación del horario de los empleados públicos.
•    Dejar de impulsar las instalaciones y la producción de energías renovables en favor de la prorroga de las centrales nucleares.
•    El cambio de los temarios en las oposiciones a profesores.
•    Reformas en la Ley de Costas, propiciando la privatización del uso público de muchas de nuestras playas y destruyendo nuestro litoral.
•    Recuperar el Plan Hidrológico de Aznar que va en contra de las Directivas Europeas y rompe con los principios de sostenibilidad económica y medioambiental.
•    Desvincularse de los compromisos para la reducción de CO₂.

Por todo ello,  debo concluir expresando mi preocupación y pesimismo ante las medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. Medidas que no benefician a la mayoría, cuando además han ganado unas elecciones generales sin mostrar a los ciudadanos su verdadero programa electoral, ocultando sus verdaderas intenciones.

En sus decisiones prevalecen y se imponen los intereses de grupos de poder concretos muy alejados de los intereses de la ciudadanía, y haciendo bueno aquello de “donde dije digo, digo Diego” y “a Dios rogando y con el mazo dando” –no pensaba yo en  Valencia, sino en la acepción de mazo como forma de mandar-, en fin que vamos conociendo su verdadera cara.
Y es que sus medidas van tornándose de blanco a negro según sus intereses ideológicos."

Félix Montes. Senador del PSOE por Segovia