El barrio de San José, escogido para realizar un diagnóstico energético de los edificios

La respuesta era positiva y de entre las 31 candidatas presentadas, Segovia salía elegida junto a Arahal (Sevilla), Granollers (Barcelona), Santander y Madrid. A partir de ese momento la maquinaria se ponía en marcha.

En el caso concreto de Segovia, la propuesta presentada a la convocatoria era el estudio de las viviendas del barrio de San José inmerso, a su vez, en el programa de Rehabilitación Integral (ARI de San José), un barrio que desde su creación en los años 40 ha experimentado pocos cambios. Tanto los bloques de vivienda como los espacios públicos que los rodean se mantienen intactos desde los años 50 del pasado siglo. El trazado del barrio es el de una malla ortogonal que se adapta a sus viarios de borde generando grandes manzanas en su mayoría regulares lo que permite que el estudio se pueda extrapolar a todos los edificios de la zona, aunque hayan sido unas 50 viviendas las analizadas en cuanto a eficiencia energética y sus deficiencias.

Estos días, teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas son favorables, las bajas temperaturas permiten detectar las fugas de calor de los edificios, se han realizado las pruebas sobre uno de esos bloques.

Utilizando cámaras termográficas y sin necesidad de molestar a los inquilinos de las viviendas, se puede saber la calidad de la envolvente de los edificios, los puntos más eficientes y aquellos por los que se pierde el calor. Los ojos de la termografía van relevando, siguiendo una gama de colores que va del azul al rojo, las pérdidas de energía que se producen a través de las fachadas, ventanas y elementos estructurales de los edificios.

Se pedirá la colaboración directa de los vecinos

Una vez realizada esta prueba a la que asistían junto a los técnicos de la Fundación La Casa del Ahorro y del Centro Nacional de Energía Renovables la concejala de Medio Ambiente, Paloma Maroto, y el presidente de la Asociación de Vecinos de San José, Francisco Gil, se va a pedir la colaboración directa de los vecinos para que rellenen una encuesta sobre aspectos generales de sus viviendas, desde el tipo de calefacción que tienen en sus domicilios hasta las obras que han realizado durante estos años para mejorarlas.

Una vez que esté recopilado todo el material, el Centro Nacional de Energía Renovables (CENER) analizará la información y se extraerán las conclusiones que en, aproximadamente, dos meses estarán listas. El Ayuntamiento difundirá este estudio en el que se dará a conocer la realidad de estos inmuebles y las posibles soluciones para mejorar la eficiencia energética. Después, dependerá de cada propietario tomar las medidas para subsanar las deficiencias detectadas y aprovechar las posibilidades que ofrece el proyecto “ARI de San José-El Palo Mirasierra” para la rehabilitación de los edificios.

Hasta la fecha, la Oficina Técnica ha dado el visto bueno a 194 de las solicitudes presentadas  para la mejora de viviendas, por un importe total de la subvención de 1.103.618 euros. El ARI de San José-El Palo Mirasierra abarca 17,6 hectáreas, una superficie en la que se levantan 416 viviendas y donde viven 3.537 personas

Formar parte de este “Programa de Diagnóstico Energético del Hábitat Urbano” tiene efectos positivos a nivel nacional porque contribuimos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como recoge el compromiso 20/20/20 para el año 2020 que obliga a España a reducir un 20% esas emisiones, pero además produce un beneficio personal directo porque nos permite conocer las características energéticas de los edificios y las deficiencias estructurales de cara a próximas rehabilitaciones y el consiguiente ahorro real a corto plazo.