Una cacerolada pide en Segovia el fin del genocidio en Gaza
SegoviaDirecto.com Miércoles, 30 de Julio de 2025Ya no tenemos palabras. ¿Alguien puede ponerlas a lo que debería ser impensable, a lo que está ocurriendo en Gaza desde hace 22 meses? ¿Cómo nombrar la sistemática aniquilación de miles de seres humanos indefensos, ante las armas más sofisticadas jamás fabricadas por el hombre?
Podemos nombrarlo pero no dejarán de ser pensamientos al límite de lo humano, palabras difícilmente imaginables, pensamientos cuyo contenido ha dejado de ser racional. ¿¿¿O es que nosotros mismos hemos dejado de ser humanos cuando asistimos a espectáculos en los que se ha despojado de la dignidad a tantas personas a las que se condena a morir en la peor de las circunstancias, por el hecho de pertenecer a un pueblo, el palestino, vivir en un lugar, la Franja de Gaza, en un momento trágico de la historia, este año de 2025 y los que le precedieron???
Ser espectadores de lo que está sucediendo sin poder hacer nada por evitarlo es una gran desgracia que nos sume en la impotencia y nos hace preguntarnos una y otra vez:¿Qué está en nuestra mano para hacer llegar hasta los últimos rincones, que el espectáculo nos degrada si somos meros espectadores resignados?
Desgraciadamente todavía muchos prefieren no escuchar las noticias, protegerse en la ignorancia y el desconocimiento, pero la realidad no desaparece, aunque queramos borrarla, y es esta:
Miles de personas, hombres, mujeres y especialmente niños, están siendo asesinados por Israel de la forma más cruel: negándoles el alimento, el agua, la atención médica y otros recursos básicos, por una decisión política del gobierno sionista de Israel que retiene la ayuda humanitaria, que podría salvarles la vida, a muy pocos kilómetros de donde se hacinan. Ya son casi 60.000 muertos en más de 22 meses de agresión continuada y bombardeos indiscriminados. Los más vulnerables, especialmente los niños, están muriendo por falta de comida y agua,
112 según los últimos datos. Desde hace 140 días el bloqueo de Israel sobre la Franja es completo, nada entra ni nadie sale, mientras los camiones de ayuda, cientos de ellos, se agolpan en el paso fronterizo con Egipto.
Los únicos centros de reparto son trampas mortales, gestionadas por la Fundación Humanitaria para Gaza, una cortina de humo que en vez de contribuir a la solución del problema lo agrava, controlada por el ejército de Israel y con sede en USA cuyos mercenarios trabajan allí. Los soldados israelíes disparan indiscriminadamente a los hambrientos, habiendo matado a más de mil sin contar las decenas de miles heridas de bala. Una ignominia difícil de soportar.
Ante tanto dolor y silencio, no queda otra que gritar, elevar los decibelios para que el sonido de la indignación salte por encima de las palabras, de los gestos y declaraciones vacías de la absoluta inanidad de los gobiernos europeos y de la Unión Europea en su conjunto, que por mucho menos de los crímenes que Israel está cometiendo ya habría tomado medidas (eso siempre que estuvieran en juego sus intereses). Ha llegado el momento de romper las formas, de dejar de actuar como ciudadanos educados, por la sencilla razón de que hay vidas en juego y los oídos a los que nos dirigimos están de antemano anestesiados.
En vez de argumentos ahora enarbolamos cacerolas, las mismas que las desesperadas madres palestinas esperan llenar con algo comestible para alimentar a sus hijos, las que enarbolan como su única arma de combate frente al sofisticado y genocida ejército de Israel.
Esta cacerolada sirva además de demostración de solidaridad con el Pueblo
Palestino, de denuncia frente al atronador silencio de la comunidad internacional.
ALTO EL FUEGO INCONDICIONAL Y PERMANENTE YA.
DISTRIBUCIÓN POR LA ONU Y ORGANIZACIONES HUMANITARIAS DE TODA LA
AYUDA NECESARIA.
ACABEMOS DEFINITIVAMENTE CON EL GENOCIDIO DE ISRAEL SOBRE EL PUEBLO PALESTINO.