Izquierda Unida muestra su total solidaridad y apoyo al conjunto del colectivo LGTBIQA+, que una vez más es víctima de la discriminación

La diócesis de Segovia asegura que los católicos saben que para recibir la Eucaristía, tanto si son homosexuales como heterosexuales, se necesitan unas condiciones objetivas de moralidad, y que la Iglesia tiene autoridad para negar la comunión cuando no se cumplen, sobre todo si provoca escándalo entre los fieles como ha sucedido en los casos de Segovia.

La formación califica de homófoba la actitud del párroco de Torrecaballeros, al haber mostrado trato discriminatorio en función de la orientación sexual.

Que la diócesis de Segovia se posicione a favor de estas actitudes ratifica que la institución de la Iglesia católica siempre ha mantenido una posición reaccionaria en este sentido. No es sorprendente, porque no son nuevos estos comportamientos por parte de miembros de la Iglesia católica, pero sí son preocupantes porque son un caldo de cultivo para los discursos del odio.

La Diócesis de Segovia apoya el comportamiento del párroco que ha negado la comunión a personas del mismo sexo que viven según el modo matrimonial, añadiendo que esto puede ocurrir también entre personas heterosexuales sin vínculo matrimonial. Esto no es homofobia ni discriminación, dado que no se niega la comunión por la condición homosexual, sino por vivir juntos/as sin estar casados.

Izquierda Unida recuerda que la Iglesia católica mantiene enormes privilegios y que tanto el PSOE como el PP siempre han sido timoratos en la aplicación de la aconfesionalidad del Estado. Es inadmisible que una institución que discrimina por la orientación sexual siga manteniendo los privilegios que hoy mantiene y sea subvencionada con ingentes cantidades de dinero público.

Según la Diócesis, esto se recoge en el Código de Derecho Canónico en el canon 915 y asegura que el mismo papa Francisco, en la Fiducia Suplicans, afirma que la bendición a parejas homosexuales debe evitarse si causa “formas graves de escándalo o confusión entre los fieles”. Cuanto más si se trata de la comunión sacramental y anima a quienes por diversas razones no pueden acceder a la comunión, a seguir participando en la vida de la comunidad. Sin embargo, afirman que son numerosos los documentos en los que la Iglesia manifiesta expresamente que los homosexuales deben ser tratados con respeto a su condición.

Desde el respeto profundo a las diferentes confesiones religiosas, Izquierda Unida siempre ha defendido la separación entre la Iglesia y las Instituciones Públicas como única forma de construir un país laico y en igualdad.